Tapón de cera
La causa más frecuente de la acumulación de cera en los oídos es el uso frecuente de copitos, ganchos, llaves o cualquier objeto utilizado para rascarse o limpiarse los oídos debido a que empujan la cera hacia adentro llegando a compactarla y obstruir completamente el conducto interfiriendo con la audición.
Normalmente la cera sale sola y debemos limpiar la oreja sin tocar el orificio del conducto. Además, se corre el riesgo de lastimar la delicada piel que lo recubre y hasta perforar el tímpano.
Los tapones de cera se remueven mediante lavado con jeringa o una limpieza con aspiración realizada por el otorrino.
En algunas ocasiones se requiere el uso de gotas especiales para ablandar la cera antes del procedimiento.